NECESIDAD DE AFILADO Y
MANTENIMIENTO DE TIJERAS DE PELUQUERÍA
NECESIDAD DE AFILADO;
El primer paso para
decidir si es necesario o no el afilado de nuestras tijeras es la comprobación
del filo que tienen en el momento actual. Para comprobar el correcto corte de
las tijeras de peluquería, nuestra empresa utiliza únicamente plástico muy fino
de galga 80, lo que implica un espesor de 20 micras (0,02mm), es muy importante
este dato ya que implica que la tijera no se deteriora al usar este material
para su comprobación dado que es un material muchísimo más delicado que el
cabello humano.
Sabiendo que el cabello
humano oscila en unos grosores de 100 micras (cabello muy grueso) a 25 micras (cabello
muy fino) y con un grosor medio de 65 micras, podemos afirmar que nuestra
prueba no dejará lugar a dudas al peluquer@ de la calidad de nuestro afilado o
de la falta de afilado de las tijeras que tiene en uso, pudiendo haber perdido
filo sin ser consciente de ello.
Para su tranquilidad
piense que el material que usamos para la prueba es 5 veces más fino que un cabello
grueso, 3 veces más fino que un cabello normal y sigue siendo más fino que el cabello
más delicado, así que como peluquer@, si su tijera pasa nuestra prueba, tendrá
la tranquilidad de no estar tirando del cabello a ningún cliente por falta de
afilado por muy fino que tenga el cabello.
Y aún así, que NO corte este material, no necesariamente implica que la tijera no pueda cortar pelo, dado que tal como explicamos, el material es más fino que el cabello más fino, con lo cual puede que la tijera aún sea capaz de cortar pelo de manera normal, partiendo de la base de que el pelo siempre será más grueso, es por ello que en determinados casos probamos sus tijeras con cabello extremadamente fino para dar la garantía adecuada que requiere un trabajo bien hecho y la responsabilidad por el mismo.
MANTENIMIENTO DE LAS
TIJERAS;
Lo primero que
indicaríamos a un profesional de la peluquería es que cuando detecte que su
tijera NO corta adecuadamente y/o tiene que forzarla para que corte, debería
comprobar el ajuste de la misma para ver si es correcto en primer lugar, si al
hacerlo comprueba que la falta de corte no se debe al ajuste es el momento de
dejar de usarlas y proceder a su afilado, sin esperar más, sin usarla más, ni
tratar de aprovechar para estirar su uso unas semanas más o como en la mayoría
de los casos meses, que sólo servirán para estropear las tijeras, quizás
definitivamente.
La falta de afilado
provoca que el usuario realice consciente o inconscientemente el forzado del
corte creando tensión de manera inclinada entre las dos piezas de las tijeras,
si a esto le sumamos el desajuste de las mismas rápidamente estaremos deteriorando
la tijera sin darnos cuenta, es por ello que también es muy importante
comprobar todos los días, tal y como recomiendan los principales fabricantes, el ajuste de las mismas, siendo importante que estén
suficientemente ajustadas las dos piezas de las tijeras para evitar forzar el
corte de forma inclinada, evitando deteriorarla por la parte interior, como
mismo ocurre cuando tienen falta de filo.
No cabe duda de que las
tijeras deben estar a gusto del usuario para no restarle comodidad al trabajar,
así que lo que procede es encontrar un término medio entre comodidad y ajuste adecuado
de las tijeras, deben cerrar sin oponer demasiada resistencia pero en ningún
caso deben estar sueltas las hojas, especialmente al inicio del cierre de las mismas, el uso de las tijeras sin seguir estas indicaciones se hará por cuenta y riesgo del usuario, hago esta advertencia sobre todo por las modas respecto del uso excesivamente suelto de las tijeras que parece haberse puesto de moda para la aplicación de algunas técnicas y que dependiendo del usuario llevan al extremo, provocando daños, deterioro prematuro y/o pérdida de la capacidad de autoafilado propia de todas las tijeras.
Resumiendo, tener las
tijeras desajustadas y/o desafiladas se traduce no sólo en la pérdida del filo
con mayor rapidez, sino que al inclinarla durante el corte se provoca
paulatinamente el nacimiento de un “filo impropio” por la cara interior de cada hoja de la
tijera que puede llevar a un daño irreparable o de difícil reparación de las mismas y que tiene como
consecuencia, rápida y directa, los tirones de cabello al no cortar
adecuadamente por el desajuste y falta de afilado, algo que se ve acrecentado
en los momentos que realizamos menos tensión al cortar, del mismo modo se crean vacíos por desgaste entre hoja y hoja, ocasionando que pueda haber espacio suficiente para caber un pelo, lo que se traduce en pinzamientos del mismo, dobleces del pelo en lugar de cortarlo, etc.
Entre todas las malas prácticas habituales hay dos muy comunes y que ocasionan daños directos;
- Falta de lubricación, la cual debe ser diaria, incluso de varias veces al día, esto protege los tornillos, tuercas y arandelas y nos ayuda a trabajar con mayor fluidez sin necesidad de tener excesivamente sueltas las tijeras. Sería ideal utilizar algún tipo de aceite en spray que nos permita sacar todos los restos de productos y pelos situados entre las hojas de las tijeras en la zona de la tornillería.
- Mala limpieza de los pelos mientras se trabaja con las tijeras, cosa muy común es ver a l@s peluquer@s sacudir las tijeras contra el peine para así retirar los pelos adheridos a las hojas de la misma, esta práctica puede ocasionar con extrema facilidad melladuras en las hojas de cualquier tijera, pero especialmente en las tijeras de esculpir, entresacar y en tijeras con hojas muy afiladas, afilados muy agudos que conllevan filos finos y con mejores cortes pero del mismo modo más delicados ante un mal uso o inadecuado mantenimiento.